Rotación de cultivos


Consiste en cultivar diferentes especies vegetales en secuencia en un mismo lugar, con necesidades nutritivas distintas, equilibrando de esta manera los nutrientes disponibles en el suelo.


Mediante esta práctica se consigue aumentar los recursos naturales de los suelos, evitando su agotamiento, y por tanto mejorando la salud y la calidad del suelo y la productividad y rentabilidad de la explotación agraria.

Es indudable el efecto beneficioso de una buena rotación, y el carácter mejorante de determinadas especies vegetales. El aporte de cada cultivo debe tenerse en cuenta a la hora de establecer el plan de fertilización.

Además, se disminuye el uso de productos fitosanitarios al ser más fácilmente controlables las plagas y enfermedades.

Para llevar a cabo una correcta rotación de cultivos es necesaria una mayor planificación de la explotación. En la medida en que significa la entrada de cultivos nuevos, es necesario tener en cuenta el acceso al mercado de esos nuevos cultivos y su comercialización.